Como os comenté anteriormente, este fue el primer tocado.Era una media pamela de encajes rematada con pasamanería rizada en el mismo color. Estaba adornada con un broche grande de pedrería, pero como la boda era de mañana, decidí quitárselas, ya que éstas son la opción idónea para las noches.Las pedrerías le dan luminosidad al tocado y por la mañana no lo necesitaba.
El problema de un tocado tan grande es que, a la hora de sentarte a comer, te puede molestar o puedes molestar al girar la cabeza, pero una de dos, o te aguantas o te coges la posición de la esquina de la mesa. Como ya sabemos, no debemos quitárnoslo.
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